El recreo escolar es visto como una instancia para el ocio, tanto para profesores como para los alumnos. Son estos últimos los actores más interesados y más afectados por este tan ansiado recreo. Algunos lo ven y utilizan como una instancia para jugar (Ej: entre niñas, entre niños), comer, conversar, ir al baño o incluso este tiempo de receso es utilizado por los docentes para castigar a aquellos alumnos que se han “portado mal” en la clase o que no han terminado las tareas, y por ello se quedan sin recreo.
Pero, ¿cómo es realmente utilizado este recreo? ¿Qué tan influyente es para el aprendizaje? ¿Servirá para algo más que el ocio?
El recreo puede ser utilizado como algo más que un espacio entre cada clase. Existen muchos factores que inciden en el aprendizaje, grado de participación y socialización de los alumnos, lo que se ve fuertemente influenciado en su manera de desenvolverse en la sociedad. Dentro de esta línea se destaca el papel que cada niño tiene dentro de un juego, por ejemplo, donde el que “mande” tendrá un carácter de líder ante sus compañeros, o quién durante un partido de fútbol lo manden a jugar al arco será más sumiso a las órdenes de quien sea el capitán. También se aprecia a ciertos niños quienes se aíslan de sus compañeros, ya sea sentado en alguna parte, o frecuentando la biblioteca, a modo de estar solo y/o más tranquilo y relajado.
Otro factor muy presente en estos recreos son las actitudes de los niños. Así se puede ver a algunos que corren y corren durante todo el recreo, otros que caminan por los pasillos, algunos sentados, bailando, jugando o agrediendo a algunos compañeros, denotando violencia que se deja ver en sus palabras, gestos e incluso agresiones, como en el renombrado bullying, dejando ver la verdadera personalidad y carácter de los educandos que, según experiencias personales y observaciones, muchas veces difieren de su comportamiento dentro del aula. Estos comportamientos, en su singularidad al ser analizados y comprendidos, se pueden explicar mediante el uso de “tipos ideales”, tipología acuñada por Max Weber, donde se individualiza el suceso estudiado para luego dar una conceptualización de los sujetos que participan en él. En este caso, tenemos al recreo y a los distintos tipos ideales que en él se desenvuelven (alumnos).
Existen a su vez versiones de apoderados quienes, en vista de una mejor convivencia, desean que los recreos sean supervisados cuidadosamente por parte del personal del establecimiento, otros piensan que los modales y comportamientos de los niños deben ser tratados en casa, ya que es en ella donde los educando pasan la gran mayoría de la jornada. Por otro lado, hay colegios donde se les pone música a los niños, a modo de desvincularlos por un instante de las clases y que se recreen.
En mi opinión considero que se les debe dejar a los niños liberarse y desestresarse en estos minutos que se les da como recreo, pero bajo cierta vigilancia del personal del establecimiento, sea este equipo académico, directivo, docente o personal auxiliar, a fin de evitar ciertos comportamientos y sucesos que sean desfavorables para algunos alumnos, teniendo a su vez la precaución de dejarlos desenvolverse y no estar “encima de ellos” vigilándolos, ya que se podrían reprimir ciertas conductas propias de los niños, cayendo en no hacer alguna actividad por vergüenza de que “la tía (o) la (o) está mirando”.
De éste modo se podrían visualizar conductas innatas de los alumnos que podrían ayudar a comprender el papel que comprenderán dentro de la sociedad, o mejor dicho, la función que desempeñan estos actores sociales, como dice Malinowski “la manera como se relacionan entre sí dentro del sistema y por la manera como este sistema se relaciona con el mundo físico.” (Briones, G. 2002., p. 49) el que no será el mismo para quien corre por todas partes frente a aquel alumno que lee en la biblioteca. Por otro lado, al poder tener una concepción global de los sucesos, se pueden ir identificando ciertas variables que serán comunes (como el caso del niño que “manda” el que ordena a los otros, etc) y que si se van analizando más meticulosamente se pueden captar más fenómenos, detalles e informaciones que pueden servir para explicar los sucesos que se van formando en estos recesos escolares, ya que según Popper esas redes (sucesos sociales) tratan de explicar dominar y racionalizars redes (sucesos sociales) tratan de explicar dominar y racionalizar el mundo, por lo que esa malla debe ser cada vez más fina para alcanzar nuestro objetivo.
Es así como se debiese enfrentar el recreo escolar, como una instancia que ayude a comprender a los alumnos en sus comportamientos y modo de desenvolverse frente a sus pares, a fin de vincular sus características personales con su rendimiento y desempeño dentro de la sala de clases, considerando los beneficios que este receso contribuye al aprendizaje y desarrollo social de estos incipientes ciudadanos.
Pero, ¿cómo es realmente utilizado este recreo? ¿Qué tan influyente es para el aprendizaje? ¿Servirá para algo más que el ocio?
El recreo puede ser utilizado como algo más que un espacio entre cada clase. Existen muchos factores que inciden en el aprendizaje, grado de participación y socialización de los alumnos, lo que se ve fuertemente influenciado en su manera de desenvolverse en la sociedad. Dentro de esta línea se destaca el papel que cada niño tiene dentro de un juego, por ejemplo, donde el que “mande” tendrá un carácter de líder ante sus compañeros, o quién durante un partido de fútbol lo manden a jugar al arco será más sumiso a las órdenes de quien sea el capitán. También se aprecia a ciertos niños quienes se aíslan de sus compañeros, ya sea sentado en alguna parte, o frecuentando la biblioteca, a modo de estar solo y/o más tranquilo y relajado.
Otro factor muy presente en estos recreos son las actitudes de los niños. Así se puede ver a algunos que corren y corren durante todo el recreo, otros que caminan por los pasillos, algunos sentados, bailando, jugando o agrediendo a algunos compañeros, denotando violencia que se deja ver en sus palabras, gestos e incluso agresiones, como en el renombrado bullying, dejando ver la verdadera personalidad y carácter de los educandos que, según experiencias personales y observaciones, muchas veces difieren de su comportamiento dentro del aula. Estos comportamientos, en su singularidad al ser analizados y comprendidos, se pueden explicar mediante el uso de “tipos ideales”, tipología acuñada por Max Weber, donde se individualiza el suceso estudiado para luego dar una conceptualización de los sujetos que participan en él. En este caso, tenemos al recreo y a los distintos tipos ideales que en él se desenvuelven (alumnos).
Existen a su vez versiones de apoderados quienes, en vista de una mejor convivencia, desean que los recreos sean supervisados cuidadosamente por parte del personal del establecimiento, otros piensan que los modales y comportamientos de los niños deben ser tratados en casa, ya que es en ella donde los educando pasan la gran mayoría de la jornada. Por otro lado, hay colegios donde se les pone música a los niños, a modo de desvincularlos por un instante de las clases y que se recreen.
En mi opinión considero que se les debe dejar a los niños liberarse y desestresarse en estos minutos que se les da como recreo, pero bajo cierta vigilancia del personal del establecimiento, sea este equipo académico, directivo, docente o personal auxiliar, a fin de evitar ciertos comportamientos y sucesos que sean desfavorables para algunos alumnos, teniendo a su vez la precaución de dejarlos desenvolverse y no estar “encima de ellos” vigilándolos, ya que se podrían reprimir ciertas conductas propias de los niños, cayendo en no hacer alguna actividad por vergüenza de que “la tía (o) la (o) está mirando”.
De éste modo se podrían visualizar conductas innatas de los alumnos que podrían ayudar a comprender el papel que comprenderán dentro de la sociedad, o mejor dicho, la función que desempeñan estos actores sociales, como dice Malinowski “la manera como se relacionan entre sí dentro del sistema y por la manera como este sistema se relaciona con el mundo físico.” (Briones, G. 2002., p. 49) el que no será el mismo para quien corre por todas partes frente a aquel alumno que lee en la biblioteca. Por otro lado, al poder tener una concepción global de los sucesos, se pueden ir identificando ciertas variables que serán comunes (como el caso del niño que “manda” el que ordena a los otros, etc) y que si se van analizando más meticulosamente se pueden captar más fenómenos, detalles e informaciones que pueden servir para explicar los sucesos que se van formando en estos recesos escolares, ya que según Popper esas redes (sucesos sociales) tratan de explicar dominar y racionalizars redes (sucesos sociales) tratan de explicar dominar y racionalizar el mundo, por lo que esa malla debe ser cada vez más fina para alcanzar nuestro objetivo.
Es así como se debiese enfrentar el recreo escolar, como una instancia que ayude a comprender a los alumnos en sus comportamientos y modo de desenvolverse frente a sus pares, a fin de vincular sus características personales con su rendimiento y desempeño dentro de la sala de clases, considerando los beneficios que este receso contribuye al aprendizaje y desarrollo social de estos incipientes ciudadanos.